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El corazón de Nueva Islandia: 10 cosas que hacer en Gimli, Manitoba

Publicado: 06 de febrero de 2020 | Autor: Kit Muir

En la mitología nórdica, Gimli es conocido como el lugar más hermoso de la otra vida, donde sólo los dignos serán transportados tras la muerte.

Los vikingos se alinean para la batalla en el Festival Islandés de Gimli
Crédito Viajes Manitoba

Pero no se preocupe, ¡una visita a Gimli, Manitoba, es muy factible en la vida! Esta ciudad junto al lago está a una hora en coche al norte de Winnipeg y es un destino estupendo tanto en verano como en invierno. Es rica en historia, arte, cultura y descubrimientos al aire libre. Así que haz una excursión de un día al corazón de Nueva Islandia y descubre todas las formas en que Gimli hace honor a su nombre.

1. Hazte un selfie con el vikingo

¿Acaso has ido a Gimli si no te has hecho una foto posando con su monumento más reconocible? La estatua vikinga de cinco metros de altura se alza orgullosa en el centro del pequeño Parque Vikingo. La estatua representa los fuertes lazos de la comunidad con Islandia. Los primeros islandeses desembarcaron en Gimli en la década de 1870 y consideraron la zona como Nueva Islandia. Aún hoy, Gimli cuenta con la mayor población de descendientes de islandeses fuera de Islandia.

Alrededor de la base de la estatua vikinga encontrará más indicios de la influencia islandesa. Hay casitas escondidas entre las rocas, cerca del sendero, para los huldufólk o duendes islandeses. Se dice que estas misteriosas criaturas son inofensivas si se las trata con respeto, pero pueden ser bastante traviesas si no se las trata bien. Intente descubrir todas sus casas ocultas durante su visita, pero no las toque, o podrían jugarle una mala pasada.

2. Pasar el verano en la playa

Imagínese esto: tiene los pies en la arena, un cucurucho de helado de su sabor favorito en la mano, y se debate entre relajarse en su manta de playa, zambullirse en las frescas aguas del lago Winnipeg o alquilar un hidrodeslizador y lanzarse a la carrera por el lago. ¿Por qué no hacerlo todo? Con kayak, hidrodeslizadores y flotadores de unicornio para alquilar y clases de vela justo al final del paseo del puerto, Gimli es una aventura para todos, incluso si su definición de "aventura" es ponerse moreno.

3. Salir al lago helado

El lago Winnipeg no es sólo un destino de aventuras en verano, también hay muchas opciones emocionantes en invierno. En cuanto el hielo es lo bastante grueso, en los alrededores del puerto de Gimli aparece un pueblo de coloridas casetas de hielo. Así que coja su caña y su barrena y disfrute con la comunidad de pescadores sobre hielo.

Si sentarse alrededor de un agujero en el hielo no es lo suyo, pruebe algo un poco más emocionante en la AMG Driving Academy. Cada febrero, justo al lado de las costas heladas de Gimli, aparece en el hielo una pista de curvas rápidas y caminos en bucle. Entonces entran en acción los veloces pilotos de la AMG Driving Academy. Reserva una plaza para su curso de conducción sobre hielo y aprenderás a acelerar y derrapar por el desafiante terreno invernal.

4. Entra en contacto con el patrimonio islandés


Si quieres saber aún más sobre la fuerte herencia islandesa de Gimli, tienes que visitar el Museo de la Herencia de Nueva Islandia. El museo cuenta la historia de la llegada de los primeros islandeses a Manitoba, sus luchas y sus éxitos. En los últimos años, el museo también ha añadido exposiciones sobre los primeros ucranianos de la zona, así como sobre el importante papel de las comunidades indígenas en la supervivencia de aquellos primeros colonos. Camine a través del tiempo en este museo lleno de artefactos, disfrácese de vikingo para hacerse una foto y, al salir, eche un vistazo a la tienda de regalos, donde encontrará productos especiales islandeses y de Manitoba.

5. Comprar en una tienda de 120 años de antigüedad

H.P. Tergesen & Sons es una institución en Gimli. La tienda se fundó en 1899 como almacén general y ha pasado por cuatro generaciones de Tergesen. Aunque el edificio sea antiguo, los productos de su interior son modernos y divertidos. La tienda tiene ropa, joyas de fabricación local, recuerdos únicos de Gimli y es el mejor lugar de la ciudad para comprar libros. Si estás en Gimli, no importa la época del año, no puedes dejar de visitar esta tienda.

6. Llena tu barriga

Gimli tiene una gran variedad de lugares sabrosos (¡y locales!) donde parar a comer. Empieza la mañana con un café de Flatland Coffee Roasters, que tuesta todos sus granos en su propia tienda de Gimli. Para comer, camina por la Primera Avenida y encontrarás una amplia selección de deliciosas opciones, desde pescado y patatas fritas a pizzas únicas o comida tailandesa. Para merendar hay que probar la Vinarterta, una tarta de galleta islandesa-manitobana, a menudo rellena de puré de ciruelas o albaricoque. Sugar Me Cookie Boutique Bakery elabora este postre especial con una receta que se ha transmitido de generación en generación. Por último, termine su día en Gimli con una cena informal en el pub local Ship & Plough. Si vas la noche adecuada, podrás disfrutar de música en directo, de un espectáculo de drags o participar en un karaoke o en un concurso de preguntas y respuestas.

7. Fiesta, cine, cultura e invierno

Miles de personas acuden cada año a los festivales de Gimli. En julio, el Festival de Cine de Gimli atrae a cinéfilos, productores, directores de fotografía y gente que simplemente disfruta con el cine durante una semana de proyecciones de películas locales e internacionales. Algunos de los actos más populares del festival son las proyecciones nocturnas en la playa. Traiga una manta y acurrúquese con un amigo para ver grandes películas en uno de los lugares más bellos: la playa.

Unas semanas más tarde, Islendingadagurinn (el Festival Islandés de Manitoba) se apodera de la ciudad. Este festival celebra la herencia islandesa de la comunidad, tanto en su forma pasada como presente. Asista a batallas vikingas, escuche música en directo, compita en el Islendingadunk y conviértase en islandés honorario comiendo pescado seco y bebiendo un trago de aguardiente islandés.

Si te acercas a Gimli el primer fin de semana de marzo, encontrarás actividades de lo más extravagantes en el marco del Festival de Hielo de Gimli. Contemple las carreras de coches en el lago helado, compita en el lanzamiento de pescado congelado, grite y anime durante las demostraciones vikingas, cocine bannock sobre el fuego y participe en algunos desafíos por equipos sobre la nieve. Gimli celebra el invierno como ningún otro lugar de Manitoba puede hacerlo.

8. Explorar Camp Morton

Cuando se visita Camp Morton, un diminuto parque provincial escondido a 8 km al norte de Gimli, es fácil entender por qué Monseñor Thomas W. Morton eligió el lugar en 1920 para desarrollar un campamento de verano católico romano para niños.

Olas rompientes, verdes prados y aire puro: pura soledad a orillas del lago Winnipeg. La iglesia cerró el campamento a finales de los sesenta, pero quedan restos de su ornamentada arquitectura, lo que convierte a Camp Morton en un lugar idílico para reflexionar y reponer fuerzas en verano. Y en invierno, el Gimli Ski Club mantiene pistas en el parque provincial para practicar esquí de fondo.

9. Descubrir un increíble pedazo de historia

El 23 de julio de 1983, un avión lleno de pasajeros se quedó sin combustible debido a un error de cálculo y tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia en la desaparecida base aérea de Gimli, que era y sigue siendo utilizada como hipódromo en los meses de verano. Nadie a bordo del vuelo resultó herido a pesar del peligrosísimo aterrizaje. La exposición Gimli Glider cuenta la extraordinaria historia en profundidad a través de vídeos, recuerdos personales del suceso de 1983 e importantes artefactos. Además, puedes sentarte en el asiento del piloto e intentar aterrizar tú mismo en el simulador.

10. Recorrer la muralla del puerto

Pasea por el puerto para descubrir la galería del malecón al aire libre. El Gimli Art Club creó 72 pequeños murales que muestran la historia de Gimli, lugares emblemáticos de toda Manitoba y acontecimientos importantes, como el aterrizaje del Gimli Glider. En los meses de verano se puede ver a algunos de los artistas retocando sus obras o pintando otras nuevas donde otras se han desvanecido.

Primer plano de la cara de una niña en un frío día de invierno en Winnipeg con capucha de piel y bufanda.

Sobre el autor

Hola! Soy Kit, una franco-manitobaine de Interlake y defensora de la frase "no hay lugar como el hogar". Si me ves explorando la provincia, ¡salúdame! O escríbeme a kmuir@travelmanitoba.com.

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