Hacemos todo lo posible por respetar el medio ambiente, por lo que recogemos la corteza del abedul mientras cortamos la leña. Esto nos sirve para dos cosas: en primer lugar, utilizamos cada pizca de corteza del árbol que talamos y, en segundo lugar, la madera se distribuye por toda la comunidad para que la utilicen quienes tienen estufas de leña para calentar sus hogares. Podemos hacer aproximadamente 10 cestas grandes de un árbol, dependiendo de su tamaño. Además, la corteza del abedul sólo puede arrancarse FÁCILMENTE en los meses de primavera y principios de verano. Por lo tanto, cada año fabricamos una cantidad limitada de cestas. Este año calculamos que talaremos entre 15 y 20 abedules, lo que equivale a menos de dos cuerdas de madera.